La fundación de la Junta. Liberación de Soria.

 Colegiata de Berlanga de Duero (CC0)

Desde la caída de Soria en poder de los franceses, uno de los objetivos más importantes de las Juntas de Defensa y Armamento de la ciudad de Soria fue recuperarla. Mientras, los gobernadores militares franceses de la ciudad fueron crueles con Soria. El general Jomini mandó incendiar el arrabal de la ciudad, en represalia por ataques de la guerrilla soriana. Con alguna excepción, la mayoría de estos gobernadores se dedicaron a saquear la provincia. Además del saqueó, la extorsión y el terror, el objetivo primordial de estos gobernadores fue detener a la Junta de Defensa de Soria, huida desde noviembre de 1808.

La nueva Junta Provincial, fue elegida de entre los simpatizantes franceses, D. Fermín Remón, D. José Valbuena. D. José María Cejudo y Casildo González, entre otros. El nuevo alcalde de Soria será el afrancesado José Mª Cejudo, mientras que en Burgo de Osma designarán a Juan de la Torre.  

La Junta Superior provincial de Soria intentó levantar un ejecito para liberar la ciudad, dotando al mismo de jóvenes soldados que se habrían de integrar en el Batallón de Numantinos I, así como ir integrando en las fuerzas regulares las guerrillas del cura Merino, de Juan Tapia… Las derrotas de Almazán y Yanguas en 1810, aceleraron el nombramiento de un militar de prestigio como Comandante General de todas las fuerzas militares de Soria. Esta responsabilidad recayó en el Brigadier José Joaquín Durán y Balazaga, que además será nombrado Presidente de la Junta Provincial de Soria, tomando posesión en la Colegiata de Berlanga de Duero el 14 de noviembre de 1810. 

El general Durán constituirá y adiestrará una gran División, la Sexta de Soria, logrando integrar una unidad de Caballería. La dirección de Durán en la División fue decisiva, pues ya desde noviembre en la batalla de Torralba, logró liberarse de la presión de ejército francés en una maniobra nocturna. Durante 1811 continuó con el adiestramiento de sus fuerzas y Estado Mayor, actuando en enfrentamientos con el francés en Berlanga,  Bordocorex y Almaluez. En noviembre de 1811 tendrá  lugar la batalla de Osonilla, en la que la división soriana causará más de 600 bajas al francés y supondrá un cambio en la iniciativa de la acción de guerra.  

A finales de enero de 1812, de nuevo al frente de la Sexta División y en una reunión que se llevó a cabo en la villa de Deza, a la que asistió Dionisio Badiola, exponiendo éste sus conocimientos sobre las defensas de Soria así como de la guarnición francesa. Badiola era arquitecto por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, que desde 1809 desempeña el cargo de Maestro superior de obras de Ayuntamiento de Soria. Después de varias reuniones y acciones de hostigamiento se decide asaltar la ciudad de Soria el 17 de marzo de 1812.   En la ermita  de Santa Bárbara situará Durán su Cuartel General, atacando la ciudad por el arrabal viejo con un Batallón, otro lo hará por las Pedrizas, desde la puerta del Rosario hasta la de Nájera, otra acción se ejecutará sobre el castillete del puente del Duero, y por último otra intervención por la puerta de Valobos. La ciudad se toma, pero algunos franceses logran huir y otros refugiarse en el castillo. En palabras de Durán: “Los enemigos muertos pasaron de treinta y los heridos por lo menos fueron ochenta, […] De nuestra parte murieron en el asalto cinco, y quedaron heridos veintinueve; en los días siguientes tuvimos otros seis muertos y dieciséis heridos.” ^[1]

Ante la inminencia de un ataque francés, el general Durán se retira de la ciudad los días 25 y 26 de marzo, en dirección a Ágreda, no sin antes volar parte de la muralla soriana.  Pocos días después volverán las tropas francesas, iniciándose unas duras represalias, destacando la ejecución de los miembros de la Junta de Burgos, que habían sido capturados en la localidad de Grado del Pico (Segovia).

El General Durán marchará sobre Ágreda, Tarazona,… liberando San Pedro Manrique y en mayo asedió y liberó Tudela. Después de diversas acciones por tierras de la actual Rioja, desde Montenegro de Cameros se dirigió a liberar Soria, cosa que acaeció el 16 de septiembre de 1812. El general permanecerá en Soria hasta principios de octubre de aquel año, partiendo hacia Aragón. En la ciudad dejará una compañía reforzada y encomendará al nuevo Ayuntamiento constitucional que vuelen los paramentos verticales del castillo, así como la torre del homenaje, cumpliendo un mandato de las Cortes de Cádiz.