Goya y la modernidad.
Goya rechaza el Neoclasicismo su consideración dibujística, académica ,acromática y estática y saltando sobre él enlaza con los grandes maestros barrocos para postular una pintura en la que el dibujo pierde su imperio y se ensalza en cambio el color, la inspiración y el movimiento. En la riqueza de brillos, colores y luces, el mundo goyesco destaca claramente de sus contemporáneos, como David. La esencia de la pintura esta en el color, no se puede prescindir de él, más que una lección en Goya encontramos una confirmación. Y todos los movimientos pictóricos posteriores beben en su obra, no es exagerado llamarle “el primer pintor moderno”. Sin ser un artista romántico, los románticos van a reiniciar un arte con los mismos caracteres de luces,colores, composiciones dinámicas y escenas de exaltación de la libertad. No le comprendieron muchos intelectuales de la revolución todavía medio siglo después de su muerte como Pi y Margall, ni siquiera pintores como Federico Madrazo, que escribía en 1854 que El dos de Mayo no daría inmortalidad a su autor. Pero los pintores realistas franceses, de manera más o menos consciente, siguieron los caminos goyescos, en la técnica y en las concepciones.
Más clara es la deuda del Impresionismo; la técnica de manchas coincide, y Manet, pionero de la primera generación de impresionistas franceses, viene a España a estudiar la obra de Velázquez y Goya, a la que rinde directamente homenaje en varias ocasiones: (Majas en el balcón).
En el siglo XX, durante la crisis de conciencia de la Primera Guerra Mundial, el movimiento expresionista intentará plasmar el dolor y el miedo, el mundo interior de seres turbados, pero elevándolos a categoría, prescindiendo de la representación concreta. Sus sentimientos son los que hemos encontrado en Goya, sus objetivos coinciden en gran parte; al final de su vida tratará de representar la vejez, la indefensión, la fealdad, la decrepitud el temor. Y cuando los surrealistas se afanan en expresar el mundo de los sueños, siguiendo conquistas del psicoanálisis, no inauguran una posibilidad del arte sino que enlazan con la que El Bosco y Goya habían desvelado.
La pintura entera de los siglos XIX y XX tiene en Goya su fuente de inspiración y de técnicas. Goya es el padre de la pintura moderna. Habíamos visto el Realismo en la atención a las clases humildes después vendrá Millet y le pondrá nombre. Habíamos visto el Impresionismo, en la pincelada suelta liberada de la precisión lineal, después vendrá Renoir, Monet. También en su obra se ve el Expresionismo: en los estados exasperados de ánimo, después vendrá Munch y le pondrá el nombre. El surrealismo lo vemos sobre todo en sus pinturas negras, Miro, Dalí, serán los que le pongan el nombre.
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